@Amel_Fernandez, los ingredientes del Social Medier

¿Te acuerdas cuando poner una etiqueta era como definir a alguien con tintes negativos? Fíjate, ahora las etiquetas son otra cosa, en Twitter son hashtags y están por todas partes. Los artículos son posts, y una red ya no vale para coger peces, aunque te pases el día ‘navegando’… Por todo y por más, me puse en contacto con @Amel_Fernandez para ver de qué está hecho el Social Medier®. Sopresa! 

Ahora que está muy de moda eso de los programas de cocina, hasta para niños, me dispongo a encontrar un cóctel que reúna los ingredientes de la receta que ando buscando. Miro en Linkedin, indago, y encuentro decenas de perfiles que dicen ser expertos en cosas que ni sé qué son. Bien, bien, calma Richi, me digo a mi mismo. ¿Cómo alguien puede hacerse sitio en este mundo inmenso? Así llego hasta el Social Media Camp, y con ello hasta el Social Medier, Amel Fernández, un ejemplo interesante de tesón, capacidad de trabajo e imaginación.

Quedamos en la cafetería del hotel Eurobuilding de Madrid, un viernes cualquiera. Al llegar, parece que me reconoce -supongo que por mi foto de Linkedin-, sonríe amablemente y me aprieta la mano con energía mientras pronuncia mi nombre. Trasluce seguridad, él sabe que no es como la mayoría de la gente, y hace que sea evidente. Yo, con un sanwich a medio comer, dejo mi Coca-cola sobre una mesa y saco mis achiperres mientra empezamos a hablar. Amel tiene 34 años, es de Madrid y lleva unos cuatro años trabajando por su cuenta en estos temas.

Amel, me sorprende tu progresión, tu currículo y tu éxito, y tengo la sensación de que todo esto del social media me queda grande y que me resta un camino de mil años para conocer todo lo que hay por ahí. ¿Tú cómo empezaste?

A todos nos queda mucho por aprender -dice mirándome fijamente como si yo no fuera el único que siente o ha sentido esa sensación-.

Desde que recuerdo, siempre quise ser periodista, pero como no me dio la nota, hice la carrera de biblioteconomía y documentación. Era el año 2001, y ya empezaban a hacer búsquedas específicas en Google, a usar directorios en internet y todo aquello me enganchó. Y fíjate, yo por aquel entonces ni siquiera tenía ordenador entonces!

Para pagar la carrera, me puse a currar como comercial en ING. Estudiaba y trabajaba. Poco después, compré un ordenador y empecé a trastear con un blog que abrí sobre música house. No te digo la URL para que no lo mires -sonríe-. En realidad era una plantilla que yo quería mejorar para hacerlo más profesional. Leyendo de aquí y de allá fui mejorando y poniéndome las pilas en analytics, SEO y todo lo demás, por mi cuenta.

La suerte quiso que a través de una promo de MastikSoul, que incluía una careta con mi página, aquello pegara un pelotazo, no sé porqué. Y una mañana vi, de repente, que pasé de tener 10 visitas al día a 300.000. Superboom!

Espera, sí, eso lo he visto en tu currículo. Dices que en Emprendedores, en Twitter, haces que de 900 seguidores se llegue a más de 15.000 en un año y 45.000 en dos. Y yo digo, esto quién lo hace ¿Harry Potter y Amel Fernández?

Son resultados tangibles -dice mientras no paramos de reír-.

Si, ya, pero cómo se hace!!??

Con esfuerzo y con un buen contenido. Aquí no hay pócimas mágicas, Ricardo. Lo que la gente consume en internet son todo contenidos, y si el tuyo es bueno, antes o después, la gente lo va a descubrir. Te digo una cosa, lo que triunfa en internet es lo útil, lo que entretiene o aporta valor. Si enseñas algo a la gente, triunfa.

-Amel no es una persona a la que haya que hacer muchas preguntas-. ¿Por dónde iba? 

…Al ver crecer la página de música, empecé a facturar dinero con ella. Eso sí, curraba por las noches en eso, mientras durante el día estaba en la oficina. En unos meses me pasaron a Canales y ahí tomé contacto con temas de arquitectura web. Aproveché a la gente brillante que trabajaba allí y en tres meses aprendí muchísimo preguntando, y pidiendo consejo a los que sabían. Luego me centré en la elaboración de informes de visitas, de transacciones que se hacían en la web.No quería perder el trabajo, por lo que aprovechaba a los gurús de otras cuentas de allí para consultar, aprender y formarme. Se puede decir que todo me vino rodado.

Una escuela peculiar. Estuviste cuatro años allí, pero supongo que no es todo tener ganas de sobrevivir en un trabajo, habrá que tener otras cosas para seguir y mejorar, ¿no? 

Me quedo sólo con «tener ganas«, eso es lo que hace que todo se mueva. Al acabar cada día lo importante son las acciones que hayas hecho. Si luego eso lo conviertes -las acciones- o creas algo con ellas, llegan los resultados. Por supuesto, todo es una suma de factores y la suerte también existe de alguna manera. Yo la llamo causalidad, todo sucede por algo.

Las ganas me dieron la voluntad de seguir allí, de aprender todo lo posible para conseguir mi objetivo.

Las horas de sueño atrasado vinieron con una consecuencia. Una mañana, de camino a la oficina, tuve un accidente de coche. Susto, coche destrozado y tres meses para replantearme lo que quería hacer. Y tenía la espina del periodismo tan dentro, que decidí volver a estudiar, quería hacer la carrera, y, por supuesto, seguir con el blog de música. Hay que intentar ser feliz. Volver a la Universidad con 28 años fue genial. Encima, por entonces, las redes sociales ya estaban a tope y me sumergí de lleno en ellas.

Pero vamos a ver, entre los blogs, las redes y demás, el periodismo… ¿tú qué dices que eres?

Soy Social Medier!

Tic, tac, tic, tac… Esto tienes que explicarlo, qué es Social Medier?

Desde la carrera de periodismo, entro en Emprendedores como community manager en 2010 con una beca. Aprendo mucho y trabajo duro con Twitter, creando hashtags que tienen mucha repercusión en el mundillo de los negocios. Además, empiezo a leer blogs sobre estos temas y detecto que aquí en España nadie cuenta cómo desarrollar una estrategia en redes sociales, cómo organizar un plan de negocio o como medir si un negocio es rentable. Así que veo que hay que cientificar el social media, hacer de ello una ciencia. Así, busco tesis en las mejores Universidades del mundo y descubro blogs cuyo contenido cambia radicalmente mi visión de las redes. Con todo esto, decido abrir el blog Social Medier y abordo artículos científicos y extensos basados en muchas fuentes.

Yo quiero ser Social Medier, me das licencia?? -le digo entre risas-

Tú puedes ser lo que quieras -se parte-, en internet se puede hacer casi todo.

Dejaste Emprendedores y empiezas a trabajar por tu cuenta. ¿Ahora qué haces?

Ahora soy consultor analítico, gestiono estrategias completas a nivel social media, administro y planifico la estrategia. Llevo sobre todo el tema creativo y analítico de las campañas y trabajo con un equipo de personas en Social Medier que desarrolla la tarea en cada una de sus especialidades.

Además, doy clases en la Universidad de Zaragoza y, al poco de empezar, me llamaron de Málaga para un congreso de redes sociales. A pesar de mis taquicardias por los nervios y lo que me costaba hablar en público, conseguí, sin saber de qué manera, liberar esos miedos y al ponerme a hablar se me pasó todo. Desde entonces, voy a dar charlas y conferencias allí donde me requieren.

Qué me dices del periodismo…

Pues lo llevo en la sangre, pero creo que aquí en España el periodismo no ha encontrado su modelo de negocio y nadie se molesta en encontrarlo. Y ahora menos aún. El periodismo está mutando y creo que debería entenderse como una empresa online, donde se necesita un modelo sólido de financiación, ya que la publicidad, en la actualidad, es algo que no funciona, todos lo sabemos.

Yo, periodista, veo que somos muchos los que andamos tras la pista de una nueva forma de comunicar. Pero no sólo estamos los periodistas. La situación de hoy hace que mucha gente tire por estos derroteros del mundo social media. ¿Crees que asistiremos a una burbuja que terminará explotando??

Hombre, yo creo que hay sitio para todos. Irán desapareciendo los que tengan menos idea. Pero eso del intrusismo aquí no tiene cabida. Se oye mucho, pero no creo que exista porque en realidad es una profesión muy nueva y más o menos todos estamos en constante aprendizaje. Esto es como una carrera de coches locos, aquí cada uno va en una dirección ¿quién es experto aquí?

El tiempo pasó tan deprisa que se nos fue la hora. Amel tenía que viajar a Zaragoza. Sin apenas tiempo, nos despedimos. Salió del hotel con una pequeña maleta de ruedas mientras me saludaba sonriendo. Es un tipo simpático, cercano y amable, una persona que parece tener muy claro que todo se puede hacer y que si tienes ganas de aprender, puedes conseguir muchas cosas, independientemente de que luego el camino se abra en cualquier otra dirección.

Un placer tratar con él. Gracias, Amel.

 

@ricardeador y yo una de las mejores entrevistas que me han hecho! ; ) Enhorabuena #elperiodismonohamuerto

— Amel Fernández (@SocialMedier) April 25, 2014